Pero, ¿para qué nos sirve la ortografía?

Un artículo de un periódico de tirada nacional escrito con siete faltas ortográficas y un tuit que alcanzó cierta viralidad porque su autor aseguró que la ortografía era «un marcador social» me han hecho reflexionar.

Artículo y tuit se han publicado solo unos días antes de mi primera clase de la asignatura de Redacción Informativa en el grado de Comunicación Corporativa, Protocolo y Eventos de la Universidad Nebrija. Así que, pensando en mis alumnos, me propuse recabar reflexiones sobre el valor de la ortografía por parte de docentes, académicos y profesionales de la comunicación, a quienes pregunté: «¿Qué hago con mi próxima clase de Redacción? ¿Recomiendo el artículo a mis alumnos?». Aquí están los resultados.

El artículo se publicó el pasado domingo, 13 de septiembre. Aparecían las palabras «aqui», «policia», «oposicion» e «investigacion» sin tilde; y «dándo» y «pidiéndo», con tilde. Se me escapó en su momento «ocultarselas», que debería haber sido escrita con tilde en la antepenúltima sílaba, como todas las esdrújulas.

Anunciación Ramírez, vicedecana de Periodismo en la Universidad CEU Cardenal Herrera, me responde que corregir faltas ortográficas es «una pelea continua». Para los estudiantes de la ESO con los que trata, «las tildes no son faltas» en parte «porque así se trata en los coles e institutos (en muchos, al menos). Las tildes van al margen de lo que consideran faltas» ortográficas.

Víctor Núñez, director general de School Market y de Éxito Educativo, además de profesor universitario, cree que sí debo mostrarlo a los alumnos pero «como antología del disparate» y me pide que se lo envíe para usarlo también en sus clases.

Sara Carreira, periodista, reconoce que «erratas las tenemos todos, sobre todo desde que han desaparecido los correctores y el ordenador no es muy sutil con las diferencias (a ver, haber…)» pero es cierto, añade, «que se ve cada FALTAZA…». Y termina el tuit con otra verdad, que nada tiene que ver con la ortografía: «Nos hacemos mayores, Luis».

Virginia Olmedo, periodista y vocal de Comunicación en la Junta Directiva de ANIS (Asociación Nacional de Informadores de la Salud), me da una buena idea: «Mándaselo [a mis alumnos] para que lo comenten sin decir nada de la ortografía. Luego lo debatís y nunca se les olvidarán las faltas ortográficas».

En Linkedin he recogido también unas cuantas opiniones:

Marta Rodríguez Paños, experta en Comunicación Corporativa y Relaciones Públicas, cree que es una ocasión «excelente para preguntarles por las normas de acentuación. No es ninguna sorpresa que los chavales lleguen a la universidad sin tener ni la menor idea de lo que es una esdrújula», asegura. A su juicio, le haría un «favor a sus futuros lectores si les hicieses repasar y aprender a fuego» estas normas.

Flor de Paz Alcántara, asesora de Comunicación en el Ayuntamiento de Guía de Isora, opina que mis alumnos deberían leer el diccionario, las reglas gramaticales y buenos autores», además de «mirar la hemeroteca y leer prensa antigua», considera.

Eva Martín, periodista, se define como «pesimista» en este sentido y añade que «parece que los correctores de estilo ya no se estilan. Pena, penita, pena».

Eva Mateo Asolas, experta en Comunicación Corporativa, Marketing Digital y Storytelling, aporta muchos consejos para mejorar los conocimientos ortográficos de los universitarios: «Pueden leer los periódicos… y cazar erratas y errores ortográficos y gramaticales… Y leer los manuales de estilo de los propios periódicos y comparar. Suscribirse al boletín electrónico de la Fundéu. Recurrir a los expertos en ‘cazagazapos’ de la radio. Acudir a diccionarios. Tener referentes que escriban correctamente».

Hay otras muchas opiniones interesantes, pero he recogido solo estas muestras que, en conjunto, le dan a la ortografía el valor que  creo que le corresponde: ser un conjunto de normas necesarias para comunicarnos mejor. De opinión diferente es Andrés Benítez, el autor del tuit que le da a la ortografía una función de «marcador social».

¿Y tú qué opinas? ¿Qué valor tiene la ortografía para ti? ¿Me lo cuentas en un correo?

Cómo hablar en público y poner énfasis en lo que dices: ¡Incluye un juego para practicar!

Dale Carnegie, escritor y empresario estadounidense, un referente clásico en la comunicación eficaz y enfocada a las ventas, sostenía que el buen orador debe alternar el volumen y el tono, el énfasis, la velocidad y el contenido para huir de la monotonía. La monotonía es, efectivamente, el peor pecado de quien habla en público. Puedes emocionar, convencer, persuadir, rebatir, refutar, animar, llamar a la acción, hacer llorar o reír… todo lo que quieras, pero no aburrir. Y si, para empezar, lees la colaboración que me ha dedicado Ángel G. Morón, estarás más cerca de evitar el pecado del orador.

La colaboración del experto: Ángel G. Morón

Ángel G. Morón

Ángel G. Morón

Profesional de la Comunicación, Locución y Doblaje. Periodista. Profesor Asociado (URJC). Docente en Atresmedia formación.

El ser humano es comunicación. 

Y lo es en un sentido muy amplio, porque las personas comunicamos con la imagen, con el cuerpo, con la gesticulación, con el rostro, con la mirada y por supuesto con la voz. 

En ese gran contenedor comunicativo el lenguaje corporal es importante, pero el verbal, la expresividad oral, tiene una importancia capital. 

Tener facilidad de palabra, ser elocuente y expresar con claridad y eficacia las ideas son virtudes que distinguen a todo buen comunicador. Y entonces pueden surgir preguntas… ¿cualquiera puede tener el don de la palabra? ¿dominar la oratoria está al alcance de todo el mundo? La respuesta es rotunda: NO. Hay que tener determinadas cualidades como son la elocuencia, la agilidad mental e incluso el carisma

La buena noticia es que la actitud tiene un efecto multiplicador en el crecimiento de toda persona. Eso quiere decir que con entrenamiento, perseverancia, constancia y el aprendizaje adecuado la mayoría de las personas puede mejorar su capacidad comunicativa y descubrir su mejor “yo comunicativo”. La conversión no es automática ni inmediata, pero con trabajo la evolución es segura. Existen una serie de claves para mejorar la comunicación personal en una comparecencia pública.

AUTENTICIDAD

¿Leer un discurso? La lectura en voz alta resta espontaneidad y lastra la comunicación. La inmensa mayoría lee de forma automatizada con el “chip” lector que hace perder naturalidad. Ceñirse a un guion tiene este inconveniente. Salvo que ya se maneje con eficacia la locución, es aconsejable despegarse del texto preparado y añadir, sobre la marcha, comentarios ya previstos de antemano, que reforzarán la naturalidad en la comparecencia.

 

ENSAYO

La preparación es necesaria e imprescindible ante cualquier comparecencia pública. Ningún atleta corre una prueba sin haber entrenado y un “orador” ha de practicar y ensayar su intervención para ganar seguridad y adquirir reflejos que el día de la comparecencia podrá poner en valor.

 

NATURALIDAD

Ser natural es la mayor de las virtudes que todo buen comunicador lleva a gala. La naturalidad es la antítesis de la impostura y el artificio. Cuanto más nos acerquemos a la naturalidad más cerca estaremos de la autenticidad y la eficacia comunicativa. Ahora bien, hay que adaptar esa naturalidad al contexto comunicativo en el que nos encontremos.

ÉNFASIS

Subrayar las palabras importantes de todo mensaje y resultar incisivos es obligado para comunicar con eficacia y convicción. La comunicación personal directa y espontanea está llena de énfasis y este no puede desaparecer en una comparecencia pública con un tono monocorde y neutro.

 

INTERÉS

La comparecencia pública es lo más importante que ocurre en ese momento para el que comparece y por ende ha de mostrarse interesado en su intervención. No puede inferirse de su imagen o tono verbal apatía, descreimiento, desidia, aburrimiento o desinterés.

 

 

3 consejos para ponerle ÉNFASIS a tus discursos

Vamos a trabajar a continuación el énfasis; es decir, la habilidad para no leer con la misma energía o fuerza todas las palabras y expresiones de nuestro discurso. Marcar más o menos los distintos momentos de nuestra intervención es una de las cualidades básicas de un buen orador. Hay otras muchas que iremos viendo en este blog, pero dedicarle unos minutos al énfasis es un buen punto de inicio.

1. ENFATIZA CON EL SILENCIO.

Sí, no tengas miedo a los silencios en tu discurso. Ayudan a enfatizar. Debe ser una pausa breve, por supuesto, que puede ir antes o después de la palabra o expresión que quieres destacar. 

Si va antes, el silencio tiene la función de decirle a quien te escucha que lo que vas a decir a continuación es importante. No es necesario que lo digas, pero se entiende así con el silencio.

 

Si la pausa va después del mensaje clave, das un tiempo para que tu público asimile, reflexione o digiera lo que acabas de contarles. Además, con un silencio tras el mensaje dejas que los asistentes aplaudan, si es el caso. Fíjate en que la inmensa mayoría de los políticos recurren a este truco en sus discursos.  

Por ejemplo, imagina que eres el CEO de una empresa y pronuncias un discurso de agradecimiento a tu equipo por los esfuerzos realizados para salir de una crisis. Tu mensaje clave es que habéis llegado al final de esa situación:

«Por eso, hoy quiero anunciaros algo importante. (BREVE SILENCIO ANTES DEL MENSAJE CLAVE, EL PÚBLICO QUEDA EN SILENCIO, EXPECTANTE) El final de esta crisis ya es una realidad».

«..De esta manera, y gracias a la ayuda de todos vosotros, el final de esta crisis ya es una realidad» (BREVE SILENCIO DESPUÉS DEL MENSAJE CLAVE, SURGEN APLAUSOS) Una crisis que, como decía… 

2. TAMBIÉN EL CAMBIO DE RITMO ENFATIZA

Cambiar de ritmo también te ayuda a enfatizar. No puedes mantener la misma velocidad en tu discurso o conseguirás aburrir a todos. Por ejemplo, piensa en Matías Prats, para mí un referente en esta y otras muchas habilidades de comunicación. Cuando Matías quiere destacar una palabra o expresión entre el resto ralentiza el ritmo de lectura de ese término habitualmente, como si cada sílaba estuviera separada por un guion:

«Ha sido un suceso im-pre-sio-nan-te».

Ten en cuenta además que, si la base de tu intervención la tienes escrita, debes procurar no construir las frases con el mismo «tamaño»  (número de palabras) porque, de hacerlo, el ritmo de lectura será muy monótono. Por eso es aconsejable que combines frases cortas con otras más largas.   

Y UN TERCER CONSEJO PARA ENFATIZAR: EL CONTRASTE DE VOLUMEN 

De las tres recomendaciones, esta es posiblemente la menos conocida. Se trata de pronunciar palabras o expresiones que van juntas a un volumen diferente.

Por ejemplo, imagina que eres un líder de la oposición que se dirige en un mitin a sus simpatizantes. Prueba a leer las palabras en mayúscula con un volumen un poco más alto que las que van en minúsculas:

«¿Y QUÉ QUEDA DE AQUELLAS PROMESAS QUE NOS HICIERON? nada, absolutamente nada».

El juego de hoy. Comprueba cómo andas de PRONUNCIACIÓN

¡Ha llegado el momento de jugar! 

No solo hay que tener en cuenta la autenticidad, el ensayo, la naturalidad, el énfasis y el interés. Si pronuncias las palabras de forma clara y limpia, se notará el resultado en tus intervenciones en público.

¿En qué consiste el juego?

Primero prepara la grabadora del móvil o la que tengas a mano y grábate leyendo en alto el texto que aparece bajo estas líneas. Ese texto es «el problema». Después, lee un breve texto sobre 3 errores comunes en la pronunciación de palabras. Y finalmente, para saber si has cometido alguno de esos fallos, pulsa sobre la zona sombreada en rojo, «la solución». La solución aparece en formato audio, con mi voz. No es la mejor calidad porque lo hago directamente en el móvil, durante el confinamiento del COVID-19 y pocos medios. ¡Resuelve ahora el problema!

Aquí tienes el problema

LEE ESTE TEXTO (EL PÁRRAFO AZUL) Y GRÁBATE LEYÉNDOLO. NO AVANCES EN LA PÁGINA HASTA HABERLO GRABADO Y ESCUCHADO:

«La amiga alemana advertía a Ana de la necesidad de buscar un gimnasio en Madrid. Sería, le dijo, más feliz que una perdiz. Ana era una chica activa, muy interesada en la actualidad deportiva, y no podía permitirse ahora dejarlo todo».
Ahora graba el texto y escúchalo. Solo después, sigue leyendo:
 

¡Ya está! ¿Ha sido un texto breve, verdad? 

Y sin embargo, no es tan sencillo pronunciar correctamente todas las palabras incluidas en el párrafo. Hay 3 errores muy frecuentes. 

Estos:

SINALEFAS.– Cuando una palabra termina en vocal y la siguiente comienza con la misma vocal, como aquí ocurre en «la» y «amiga», «amiga» y «alemana», «alemana» y «advertía», «advertía» y «a» y «a» y «Ana», cuando eso ocurre, podemos caer en la tentación de pronunciar esas dos sílabas como si fuesen una sola. En este caso, una mala pronunciación con abuso de sinalefas nos llevaría a decir algo así como «lamigalemanadvertíana…». (Lo sé, es difícil hacerlo tan mal, estamos caricaturizando un poco para que se vea más claro).

LA D FINAL.- En el mismo párrafo hay también dos palabras que, terminando en letras distintas (la d y la z), muchas personas pronuncian del mismo modo. La d al final de una palabra no se pronuncia igual que una z. Se dice Madrid y no Madriz

LA C ANTES DE T.- Para acabar, procura pronunciar como una «k» suave todas las «c» que te encuentres antes de una consonante como la «t». 

¿Crees que puedes haber cometido uno de estos tres errores en la pronunciación del texto? Si es así, te aconsejo que vuelvas a grabarlo y a escucharlo y que, solo después, escuches la solución.

Aquí tienes la solución

En este audio te doy una explicación al problema de esta entrada:

Bibliografía: ¿Y tú, cómo te cuentas?

Existen más tips, consejos o claves para destapar el mejor “yo comunicativo” de cada persona que Ángel G. Morón nos cuenta en el libro “¿Y tú, cómo te cuentas? Claves para la comunicación personal brillante y efectiva”, donde nuestro colaborador de hoy intenta ilustrar con mayor profundidad, con ejemplos, cómo conseguir que la comunicación sea un valor positivo y contribuya al crecimiento personal y profesional.

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Cómo pedir perdón en el ámbito digital: juega y comprueba si sabes hacerlo

Información del caso real: NUNCA JAMÁS NO pidas perdón así

«Somos sentimientos y tenemos seres humanos y entonces a mí me ha dolido mucho»
«Cuanto peor mejor para todos, y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo, beneficio político».  

Los deslices dialécticos del expresidente Mariano Rajoy han dado para muchos memes, carnaza para la entonces oposición y unos cuantos titulares divertidos. Pero nunca habían generado material para unas clases dirigidas a niños de 14 a 16 años y emitidas, además, en la 2 de la televisión pública. Hasta abril de 2020, momento en que se publicó esta entrada que estás leyendo por primera vez. A los responsables del programa Aprendemos en casa les pareció entonces buena idea recurrir a Rajoy como ejemplo de la incoherencia en el uso del lenguaje.

Las críticas que recibió el espacio llevó al Ministerio de Educación a publicar un tuit en el que, es cierto, se pedían «disculpas por ello», pero el efecto positivo que siempre logra que una organización pida perdón (cuando deba hacerlo, por un daño que ha provocado) se diluye con la calificación de esa equivocación como involuntaria. 

Un error involuntario hubiera sido, por ejemplo, que en directo se hubiera colado de fondo la imagen de Rajoy. Alguien habría tocado la tecla inapropiada. Un gazapo de televisión y punto. Pero ese no fue el caso. El programa estaba grabado. Había un guion, una supervisión y una grabación previa a la emisión. El espacio pasó todos los filtros posibles. 

En este blog he defendido siempre la necesidad, en comunicación de crisis, de pedir perdón sin muchos matices. Si una organización comete un error, parece que lo más rentable es disculparse sinceramente con sus «víctimas», explicarles el porqué y, si procede, compensarlas.

Parece fácil, pero ¡cuánto nos cuesta pedir perdón! 

Colaboración de Javier López Menacho

Colaboración de Javier López Menacho

Escritor, consultor y experto en gestión de redes sociales

Si hay un sentimiento universal que todo el mundo hemos vivido alguna vez, es el perdón. Saber pedir perdón y saber perdonar, es un aspecto esencial de la naturaleza humana. Todas las personas, en mayor o menor medida, hemos pasado por ahí. Comprendemos lo difícil que es pedir perdón y, en ocasiones, lo difícil que es aceptarlo.

La comunicación digital no es diferente, es exactamente igual. Cambian los códigos a la hora de comunicarlo, cambia el canal, puede tener más emoticonos o menos, mayor o menor longitud, pero la esencia es la misma. 

Pedir perdón es, a su manera, una prueba de fuego para cualquier persona que se dedique a la comunicación. Exige dejar el ego al lado, empatizar con la parte que se siente ofendida, reconocer un error y hacerlo público. No es sencillo para quienes están acostumbrados a comentarios positivos y entornos confortables al respecto a su actividad.

Desde mi experiencia, emitir un mensaje pidiendo perdón tiene varios puntos clave, que os intentaré resumir a continuación.

El primero es pedirlo de forma sincera. No aludir a terceros, no echar balones fuera, no escudarse en un relato exculpatorio ni delegar la emisión del mensaje. Pedir perdón es, en definitiva, pedir perdón. Arrepentirse de una acción, y eso es lo que debe quedar claro en el primer mensaje que exportes a tu comunidad digital. Lamentas lo que ha sucedido. En este momento es cuando están prohibidos los “peros”.  

Acto seguido, es importante comunicar alguna acción de reparación. Después del perdón siempre viene el propósito de enmienda. ¿Qué puedo hacer para reparar el daño y hacer que te sientas mejor? Ojo, el perdón no se gana de manera material, sino de manera espiritual. No hay que confundirse, el perdón tiene que ver con lo sentimental y esa esfera debe jugar tu respuesta. Luego, llegará la hora de traducirlo a acciones concretas, y entonces sí puede entrar en juego el aspecto material, pero no antes.

Por otro lado, la acción de disculpas debe emitirse en el mismo canal que se emitió el mensaje que dio lugar a la ofensa. No escondas tu perdón, no lo ocultes a la vista de la misma comunidad que vio el primero de los mensajes, no puedes dar la sensación de que lo haces a regañadientes. Tampoco puedes intentar hacer de tu perdón una acción de marketing. El perdón debe ser sincero, si trae cosas positivas, bienvenidas seas, pero no uses tu perdón para procurarte más beneficio que el de aliviar a las personas a las que has podido herir. 

Una vez has pedido perdón, lo has comunicado y te has ofrecido a realizar acciones reparadoras, haz un seguimiento para que esas acciones se terminen llevando a cabo. No hay nada peor que un compromiso de reparación que acaba en el limbo, es casi peor que la ofensa previa. 

Una vez acabado el ciclo reparatorio, pregúntate. ¿Qué he aprendido de la experiencia? ¿Cómo puedo incorporarlo a mi ciclo de comunicación y a mis protocolos de crisis? ¿Qué aspectos han hecho de esta crisis una crisis única y diferente al resto?

Y por último, no te fustigues más de la cuenta. Todo el mundo tiene derecho a fallar. Todo el mundo ha errado, se ha caído, se ha levantado y ha seguido con su vida. El proceso te hará crecer y mejorar personal y profesionalmente. No te enmarañes con tu error y otórgale la justa medida, aprende, pues la vida es eso, un continuo aprendizaje, y sigue hacia delante.

Si has pedido perdón y lo has comunicado con transparencia, honestidad y cercanía, debes tener la conciencia tranquila y seguir tu camino. 

Ponte a prueba: ¿Sabes decir PERDÓN LO SIENTO DISCULPA en redes sociales?

Llega el momento de jugar y aprender. Primero te planteamos un caso, después te planteamos un problema de comunicación, piensas la respuesta y, cuando la tengas clara, haces click en la zona sombreada en rojo para ver las respuesta. 


EL PLANTEAMIENTO DEL CASO

Nos inspiramos en un caso real. La historia tiene como protagonistas a la periodista Samanta Villar y a la marca Hero Baby. 

TU ROL EN ESTE JUEGO: ERES UN COMMUNITY MANAGER

Imagina que eres el nuevo community manager de Hero Baby, la conocida marca de alimentación infantil. Tu antecesor en el cargo fue despedido ayer, después de haber publicado un tuit de respuesta a otro mensaje que la periodista Samanta Villar había colgado en Twitter, criticando a la marca por el uso de aceite de palma entre los ingredientes. 

Este fue el tuit (real) de Samanta Villar:

Y este el tuit (real también) con el que tu antecesor respondió a la periodista:

Es fácil imaginar el daño reputación que ha provocado el community manager a la marca. 

Seguimos jugando. Ahora, como sucesor del autor del tuit, se te plantea un problema. Lee lo que aparece abajo, en «EL PROBLEMA» y no pulses de momento sobre «LA SOLUCIÓN».

Aquí tienes el PROBLEMA

Te han contratado para resolver la crisis reputacional que ha provocado el community anterior. La primera decisión que debes tomar es cómo pedir perdón a Samanta Villar. Desde la dirección de la empresa te sugieren el texto que ves en este tuit (el real, el que se utilizó para pedir disculpas). Tú debes decidir si lo publicas tal como está o si redactas otro alternativo. ¡No hagas click aún en «LA SOLUCIÓN»! Antes, lee el tuit que te proponen y, si no lo consideras apropiado, redacta otro alternativo. Cuando lo hayas hecho, entonces sí, haz click en «LA SOLUCIÓN».

Aquí tienes la SOLUCIÓN

¿Publicarías el tuit de disculpa tal como te han aconsejado o redactarías otro?

¡Dime que no has publicado ese tuit, alma de cántaro! Por los motivos que has leído en esta entrada, el tuit de «disculpas» deja mucho que desear. Se pide perdón, sí, pero resulta difícil de creer que el ánimo en el mensaje anterior no ha sido ofender a la «famosa y acomodada» Samanta Villar. 

Por otra parte, el uso de un hashtag comercial (#Empiezalavida) tampoco parece muy apropiado, por oportunista.

Un tuit que tiene en cuenta todo lo que hemos expuesto en esta entrada, de los muchos posibles, hubiera sido, por ejemplo:

«Samanta, perdónanos. Nos hemos equivocado. Somos conscientes del error cometido con el tuit anterior y te pedimos disculpas por el daño que hemos provocado. El equipo de Hero Baby». 

Libro recomendado para saber más de gestión de crisis redes Sociales pedir perdón

Un libro que analiza de forma clara, documentada y amena varios casos de crisis en el ámbito digital es «SOS, 25 casos para superar una crisis de reputación digital», de Javier López Menacho. Entre esos 25 casos se encuentra, por cierto, el de Hero Baby y Samanta Villar. Tienes el libro aquí: http://www.editorialuoc.cat/sos

¿Qué te ha parecido esta entrada? ¿Conoces alguna crisis digital interesante para abordar en este blog? Te dejo mi dirección de correo:

Cómo crear un estudio para la grabación de podcasts (con atajos)

Si quieres ser un podcaster, pero no tienes ganas de invertir mucho tiempo en leer entradas y artículos sobre «cómo ser un podcaster», este contenido está pensado para ti. Porque lo he redactado para personas que, como yo, pueden estar deseando desde hace tiempo recuperar su amor por la radio, actualizándose en el paso al podcast, pero que sin embargo no tienen muchos conocimientos de técnica ni minutos disponibles para adquirirlos. 

Así, me voy a limitar a darte dos consejos.

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Comunicar empresas fintech: el caso Inversa

INVERSA es una plataforma online que conecta a empresas y autónomos que necesitan liquidez con una comunidad de inversores que buscan una mayor rentabilidad para sus ahorros. Es pues una empresa fintech, es decir, una empresa que recurre a las nuevas tecnologías para ofrecer servicios financieros. ¿Cómo comunicar este tipo de empresas? En esta entrada te ofrecemos unas cuantas ideas:

Continuar leyendo «Comunicar empresas fintech: el caso Inversa»

Los socios del club ARGO de Madrid se benefician de condiciones especiales en comunicación

El club ARGO, ubicado en el bello edificio de la plaza de Santa Ana 7 de Madrid, ofrece desde ahora un atractivo más. Sus socios pueden beneficiarse ya de condiciones ventajosas en servicios de comunicación: dirección de comunicación (DIRCOM), formación de portavoces y eventos corporativos.

Continuar leyendo «Los socios del club ARGO de Madrid se benefician de condiciones especiales en comunicación»

4 consejos para comunicar malas noticias en el ámbito sanitario

Comunicar malas noticias relacionadas con la salud es difícil. Para todos. Entre los profesionales sanitarios y sus pacientes y entre estos y sus familias. Cómo vamos a sentirnos cómodos al informar de un mal diagnóstico, de una recaída o de la necesidad de someterse a un duro tratamiento. Sin embargo, hay habilidades y técnicas que extraemos de la experiencia de pacientes, psicólogos y comunicadores y que nos pueden ayudar a que todo sea mucho más llevadero. 

Son estos cuatro consejos. Van destinados a los profesionales sanitarios:

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Primer consejo: ¿Te has formado en comunicación? ¿No? ¡Hazlo!

Alfredo Saborido Pérez es sexólogo y transplantado de riñón. Entiende que las malas noticias en el ámbito sanitario son muy difíciles de comunicar, pero hace un llamamiento a los profesionales para que se formen también en comunicación. Por su experiencia sabe que muchos enfermos han recibido la noticia «sin acompañar», dura, sin rastro de un dato o un gesto que alivien el dolor. Cree que los médicos «están muy formados en realizar el diagnóstico, pero no en cómo hacer la comunicación de ello”.

Segundo consejo: conecta con la emoción.

La psicóloga Alba Sánchez comprende que para los sanitarios comunicar malas noticias sea algo «habitual», porque es «su día a día». Les pide sin embargo que se pongan en el lugar del paciente:  «Y si ahí simplemente le damos la importancia real de ‘sé que esto que sientes ahora es horrible, y no puedes pensar en otra cosa, lo comprendo, lo comparto, pero vamos a salir adelante’; es decir, conectar con la emoción para buscar soluciones. Y comprender que lo que para ti es habitual para el otro puede ser la experiencia más brutal que está sucediendo en su vida”.

Tercer consejo: debes ser consciente de que eres, además de un profesional, un ser humano.

El comunicador Javier Cebreiros aboga por explotar el lado humano del profesional: “Yo abogo por ser humanos. Parece que nos han educado en que el profesional no tiene sentimientos… Y muchas veces la gente necesita consuelo, que el profesional lo sienta de verdad». Y no hay disculpa: «Todos tenemos esa habilidad de ser empáticos, de estar en el lugar del otro”.

Y cuarto, el consejo práctico: reserva para el final la frase positiva.

Vayamos a lo práctico. Estamos ante un paciente. Tenemos que comunicarle una mala noticia. ¿Cómo lo hacemos? La comunicadora Belén Varela sugiere dejar para el final un mensaje positivo, de esperanza: “Si yo te voy a decir que tenemos un tratamiento para ti pero que la enfermedad es muy grave, cuando te vayas, tú te vas a quedar con que la enfermedad es muy grave. Si yo te digo que tu enfermedad es grave pero que tenemos un tratamiento para ti, el efecto que va a producir en ti es diferente, va a atenuar el impacto de lo negativo». Por eso, el aspecto positivo lo dejamos para el final, «para que sea lo que la persona se lleve”.

Estos cuatro consejos, por parte de psicólogos y comunicadores, han sido extraídos del Curso de Habilidades de Comunicación entre Profesionales Sanitarios y Pacientes, impartido en virtud del convenio firmado por el Servicio Galego de Saúde (SERGAS), Novartis Farmacéutica y Atresmedia Formación.

Más información del Curso PINCHANDO AQUÍ.

Carta abierta a un ex ministro: Máxim, te has equivocado (dos veces).

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Apreciado Máxim Huerta: te has equivocado.

Lo de apreciado lo digo con una sinceridad total, sin matices ni ironía. Sigo tu trayectoria como periodista y creo que eres uno de los grandes comunicadores de este país, tanto por tu etapa de informativos como en la más reciente de entretenimiento. De tu gestión como ministro, apenas nos has dado tiempo a crearnos una opinión.

Mira, sobre esas dos palabras que van en negrita he escrito hace poco una entrada en este mismo blog. En resumen, viene a decir que, cuando cometemos un error, es importante pedir perdón de esa manera, sin matices ni ironía.

Y creo que has cometido dos errores.

El primero, a mi juicio, ha sido asumir un ministerio en un Gobierno que promete liderar la lucha a favor de la regeneración democrática y en contra de la corrupción. Eres periodista, sabes cómo funcionan los medios y la política, los periodistas y los políticos («¿a ellos te refieres con lo de la «jauría«?) y podrías haber previsto que dejar de pagar 218.322 euros a Hacienda se convertiría, tarde o temprano, en un grave problema reputacional para el Gobierno, una de esas noticias que tú dabas hasta hace poco en televisión.

El segundo error es tu forma de marcharte. Alabo el fondo, la decisión de irte, pero no acabo de entender las formas. He visto la rueda de prensa a través de La Sexta. Antes de su inicio, Mamen Mendizábal dio paso a un corte de tu intervención en el informativo de Carlos Alsina, emitida en Onda Cero esta mañana, cuando aún no contemplabas la posibilidad de dimitir. Asegurabas que «todos» (los actores y presentadores) hacíais lo mismo ante un «cambio de criterio» de la Agencia Tributaria. Mamen recogió ese audio con una breve y rápida reflexión: «No todos», dijo.

Esas ganas de generalizar, que te vinieron también en tu comparecencia en el ministerio, no te ayudaron. Incomprensible aún más:

-Que hables de «jauría«. Según la RAE, un «conjunto de quienes persiguen con saña a una persona o grupo». ¿No había saña en tus viejos tuits sobre Hacienda?

-Que no desmientas el uso de tu vivienda de Alicante para eludir impuestos. No es un asunto menor y no has hecho referencia a este aspecto.

-Que te limites a una comparecencia sin preguntas de los periodistas, quienes, lo comprenderás, se han quedado con muchas dudas y ganas de planteártelas.

-Y por encima de todo, que no hayas pronunciado la palabra perdón. Perdón. Incluso con algunos matices y con cierta ironía hubiera bastado.

 

 

 

Cómo comunicar el acontecimiento del año en innovación: «Ances Open Innovation», 13 grandes empresas lanzan retos a startups

ANCES OI 13 retos esperan ser resueltos

Ances Open Innovation es un programa de innovación sin precedentes en nuestro país y que llega de la mano de ANCES, la Asociación Nacional de Centros Europeos de Empresas e Innovación. Asumir la comunicación de un evento de estas características es un reto fantástico para nuestro equipo, aunque asuste un poco, por la entidad de sus protagonistas: nada menos que 13 grandes empresas (Aertec, BBVA, BSH, Estrella de Levante, Euskaltel, Iberdrola, Iberostar, Gonvarri, Grupo Huertas, Soltec, SPC, Vegenat y Sacyr), que lanzan sus retos en innovación a startups para elegir la mejor de las soluciones presentadas. Estas soluciones pueden venir en forma de productos, servicios o proyectos.

En esta entrada os cuento cómo nos hemos planteado la comunicación de un programa sobre «innovación abierta». La Universidad de Harvard define la innovación abierta como “un paradigma por el que las empresas pueden y deben obtener la innovación de actores externos, así como de sus propios departamentos de I+D”. Nuestro cliente, ANCES, es el agente idóneo para conectar a las empresas más consolidadas con el ecosistema emprendedor.

Pues bien, para gestionar la comunicación en este contexto innovador, hemos decidido movernos entre los medios de la forma más artesanal y directa posible; es decir, procuramos personalizar e individualizar nuestra relación con cada uno de los periodistas especializados en temas de emprendimiento e innovación. Independientemente de que nos ponemos en contacto con las secciones correspondientes en los medios, queremos, además, llegar a hablar directamente con el redactor al que le tocará redactar o emitir la información. Hasta la fecha, no hemos encontrado método más eficaz, incluso para tratar aspectos de la actualidad tan innovadores.

Hemos querido, por otra parte, dar ideas a los periodistas acerca del posible tratamiento que un programa de estas características puede tener en su medio (¿una simple crónica? ¿un reportaje? ¿una entrevista?) y presentar esas sugerencias de una forma atractiva gráficamente, como se ve en este extracto de la nota de prensa.

ances oi qué te podemos contar

Los primeros frutos ya están llegando, después de sólo unas horas del envío de las primeras comunicaciones:

ANCES Europa Press.png
Europa Press destaca el nombre de 3 de las empresas que participan en Ances Open Innovation.

ANCES Expansión
Expansión recoge el teletipo de Europa Press y nos dedica esta noticia.

ANCES La Vanguardia
La Vanguardia, uno de los medios que primero se ha hecho eco del lanzamiento de Ances Open Innovation.

Por supuesto que tenemos muy presente la actividad en redes sociales, a través de los perfiles de Ances. (En Twitter: @AncesSpain).

Comunicación aparte, si tienes una startup y crees que puedes ofrecer una solución a los retos de innovación presentados por las empresas, te aconsejo que mires las bases de Ances Open Innovation en el siguiente enlace:

http://ancesopeninnovation.com/

Si participas, verás cómo, tras un proceso de selección, las empresas tractoras elegirán ganador en el evento final Open Innovation, que tendrá lugar el 19 de abril en el Centro de Innovación BBVA, de Madrid. Los ganadores recibirán 500 € y la posibilidad de continuar la relación con la empresa tractora.

El plazo para presentar propuestas a los retos de las empresas tractoras se mantiene abierto desde el 26 de febrero hasta el 22 de marzo de 2018. 

ances oi comunicacion pie