«En ese momento vemos que Victoria Prego, adjunta al director de El Independiente, termina una tarea que la mantenía ocupada y se dirige hacia nosotros. Ver acercarse a una periodista que admiramos -y que ya ejercía la profesión cuando éramos niños- nos impresiona».
Así contábamos María Solar y yo nuestro encuentro con Victoria Prego, entonces también presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Habíamos concertado una entrevista con ella en la sede de El Independiente, a pocos metros de la Gran Vía de Madrid, para incluir en el apartado «Medios que nacen digitales» del libro «¿Quieres ser periodista? Todo lo que tienes que saber…o casi», de Ediciones Siruela (2017).
En este trabajo, destinado a los jóvenes que por entonces se planteaban la posibilidad de dedicarse al periodismo, contamos lo que vimos en la redacción de este medio nativo digital: «Unas 30 personas trabajan en sus informaciones. Casi todas ellas teclean en el ordenador y miran con atención a la pantalla. Otras pocas hablan por teléfono o mantienen breves conversaciones con un compañero». En apariencia, concluíamos, «nada diferente a un periódico de papel».
Victoria Prego nos regaló una breve pero interesante conversación de la que ahora quiero destacar su respuesta (para enmarcar y tener muy en cuenta) a la pregunta:
«Si un adolescente entra en la sede de El Independiente y os dice que quiere ser periodista, ¿qué le dirías?». Y nos respondió:
«Hay demasiados candidatos para ser periodista. Si hay otro más, tendrá que estudiar mucho, hacerse con instrumentos intelectuales que le permitan filtrar, matizar y dar reposo a la actualidad, para después, con una gran capacidad narrativa y una imprescindible honestidad subjetiva, trasladar su visión de los hechos a los ciudadanos».
ES MUY FÁCIL CONSEGUIR «CLICS», PERO…
En el mismo medio nos contaron que ellos sabían cómo «conseguir clics» fácilmente, pero que allí se buscaba «trabajar con seriedad, profesionalidad y respeto a la verdad». Por eso, «nunca se publica una noticia sin que haya sido contrastada. Nunca se publica una noticia solo por el hecho de ser los primeros en darla. Nunca se publica una noticia por muy grande que sea la presión por contar algo nuevo a los lectores».
Rigor, capacidad narrativa y honestidad narrativa. Virtudes que han marcado la trayectoria de esta profesional de la que todos hemos aprendido algo. Yo me quedo con su forma de narrarnos la Transición, siempre en presente de indicativo («Carlos Arias, ministro de la Gobernación, es quien telefonea y confirma a sus compañeros que Carrero ha muerto«), recurso con el que la periodista consigue que el espectador «viva» momentos históricos, y por lo tanto pasados, como si acabasen de ocurrir.
Descansa en paz, Victoria.